La sociedad patrimonial es una figura jurídica que puede resultar de mucha utilidad cuando una o varias personas tienen un patrimonio que necesita ser administrado. Con una correcta gestión y llevando al día la fiscalidad, puede reportar muchas ventajas.

Qué es una sociedad patrimonial

La legislación mercantil no ofrece una definición exacta sobre qué es una sociedad mercantil, de lo que sí habla es de entidades patrimoniales.

Según la ley del impuesto de sociedades, una entidad patrimonial es aquella que no lleva a cabo actividades económicas y cuyo activo está compuesto, en más de la mitad, por valores o bienes no afectos a ninguna actividad económica.

Con base en la definición, se puede extrapolar para qué sirve una sociedad patrimonial: para administrar un patrimonio. En la práctica, los patrimonios que gestionan este tipo de entidades están compuestos por bienes inmuebles en su mayoría.

Hay que tener en cuenta que el arrendamiento de inmuebles no se considera una actividad económica si no se encomienda la gestión a una persona contratada para ello a jornada completa.

Por ejemplo, unos hermanos que han heredado de sus padres tres viviendas y varias plazas de garaje pueden formar una sociedad patrimonial para gestionar los alquileres de estos inmuebles. Si contratan a un gestor que se encargue de esta tarea, entonces la entidad ya no será considerada como patrimonial.

Ventajas e inconvenientes de una sociedad patrimonial

Este tipo de entidades tienen puntos fuertes y débiles que es importante conocer.

Ventajas

Gracias a ellas, es posible agrupar bajo una única entidad bienes inmuebles, inversiones o activos, lo que facilita su gestión.

Además, facilita la transmisión del patrimonio entre generaciones a través del traspaso de participaciones sociales. Esto puede ofrecer algunas ventajas fiscales totalmente legales con respecto al Impuesto de Sucesiones. De hecho, en muchos casos también ayuda a evitar los conflictos familiares asociados a las herencias.

Otra ventaja es que permite diferenciar claramente entre el patrimonio familiar y el patrimonio que pertenece a la sociedad.

A ello se suma que la responsabilidad de los socios por las deudas de la sociedad está limitada a lo que hayan aportado a la misma. De forma que los acreedores de la entidad no pueden reclamar a los particulares que la integran.

Inconvenientes

No todo es positivo, también hay algunas desventajas que es importante tener en cuenta. La primera es que estas sociedades no se benefician de los incentivos fiscales que sí son aplicables a otras entidades mercantiles y, por tanto, tienen que tributar al tipo general del 25 % en el impuesto sobre sociedades sin posibilidad de aplicar beneficios fiscales.

Además, tener una sociedad implica asumir una mayor carga administrativa: hay que llevar la contabilidad, presentar las declaraciones trimestrales de impuestos, hacer auditorías, etc.

Como las cuentas de las entidades mercantiles son públicas (se depositan cada año en el Registro Mercantil), se pierde parte de la privacidad y terceros pueden conocer cuál es el patrimonio de esa sociedad.

En líneas generales, si el volumen de activos no es muy grande, no compensa asumir los costes y la complejidad que implica tener una sociedad de este tipo.

Fiscalidad de las sociedades patrimoniales

Los rendimientos obtenidos a través de estas entidades tributan mediante el Impuesto sobre sociedades, al tipo general, del 25 %. No obstante, como esta persona jurídica no desarrolla una actividad económica, no se puede acoger a los incentivos previstos legalmente.

Si la sociedad reparte dividendos a los socios, estos tributan por ellos a través de su IRPF como rendimientos del capital mobiliario.

Cuando los activos son locales u oficinas que están alquilados, hay que liquidar el IVA de forma trimestral.

Cómo crear una sociedad patrimonial

Crear una sociedad patrimonial es sencillo. En realidad, no existe un procedimiento específico, basta con crear cualquiera de los tipos de sociedades civiles o mercantiles que se recogen en la legislación española. Luego, si esa entidad cumple los requisitos para ser considerada patrimonial, será tratada legal y fiscalmente como tal. Porque la denominación sociedad patrimonial es de naturaleza tributaria. 

El requisito esencial es que un mínimo del 50 % de su activo tiene que estar constituido por valores o no estar afecto a una actividad económica.

Existen diferentes tipos de sociedades patrimoniales, pero los más habituales son:

  • Sociedad patrimonial para la tenencia de inmuebles. Cuando la sociedad posee varios inmuebles que no están destinados a su explotación. Se pueden arrendar, siempre y cuando no haya empleados a cargo de la sociedad cuya actividad sea gestionar los alquileres.
  • Sociedad patrimonial para tenencia de valores. Posee una cartera de valores. No por el hecho de utilizar esos valores para gestionar a empresas participadas deja de ser una sociedad patrimonial.

La sociedad patrimonial es una figura que puede llegar a ser de utilidad cuando hay un patrimonio importante que gestionar, pero también tiene algunos inconvenientes y no siempre es sencilla de gestionar. Si necesitas ayuda con este tema, somos tu asesoría fiscal en Murcia de confianza. Contacta con nosotros y te ayudamos.

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