IAE y CNAE son términos que se pueden llegar a confundir porque están estrechamente relacionados entre sí. Si tienes una empresa o vas a empezar a ejercer una actividad económica por tu cuenta, debes conocer la diferencia entre CNAE e IAE para no cometer errores que puedan conllevar una sanción por parte de la Agencia Tributaria.

Qué es el IAE

Sobre el IAE ya te hemos hablado con anterioridad, pero vamos a recordar algunas de sus características esenciales para que puedas entender mejor qué es el CNAE y el IAE.

El Impuesto de Actividades Económicas es un tributo de carácter local que grava el ejercicio de actividades empresariales, profesionales o artísticas. En realidad, solo tienen que abonarlo las personas jurídicas con un importe neto de cifra de negocios que supere el millón de euros.

Para determinar la base imponible y la cuota a pagar se tiene en cuenta la actividad ejercida y, precisamente por ello, las actividades económicas están agrupadas en diferentes epígrafes que recoge la normativa del IAE. Por eso, empresas y profesionales deben darse de alta en el IAE para ejercer su actividad, aunque estén exentos del pago de este impuesto.

Qué es el CNAE

La Clasificación Nacional de Actividades Económicas es un sistema de codificación europeo que se aplica en los Estados miembros de la Unión Europea para clasificar las actividades económicas que llevan a cabo empresas y entidades.

Su objetivo es hacer esa clasificación para poder realizar después de manera más sencilla las labores de análisis y comparación de datos económicos a nivel nacional e internacional.

El CNAE es utilizado por la Agencia Tributaria, la Seguridad Social (según el CNAE de la empresa le corresponderá un tipo u otro de cotización) y otros organismos públicos para la inscripción y registro de empresas, y es necesario para obtener licencias y permisos de actividad, así como para tramitar ayudas y subvenciones.

Principales diferencias entre IAE y CNAE

Aunque ambas son herramienta vinculadas a la clasificación y gestión de actividades económicas, sus objetivos y aplicaciones son diferentes:

Objetivo

El IAE tiene una finalidad principalmente fiscal, porque se trata de un impuesto que busca recaudar ingresos para los ayuntamientos. A través de él se determina cuál es la cuota que deben pagar los obligados tributarios.

Sin embargo, el CNAE tiene una finalidad puramente estadística y administrativa, que sirve para clasificar a las empresas en función de la actividad económica que llevan a cabo.

Estructura y clasificación

El IAE se estructura a través de epígrafes y grupos que se utilizan para determinar la base imponible y calcular la cuota a pagar. A cada actividad específica le corresponde un epígrafe concreto y la tarifa aplicable al mismo.

En el CNAE la organización se hace con base en secciones, divisiones, grupos y clases que aportan mayor detalle sobre la actividad económica:

Alta

El alta en el IAE es responsabilidad del sujeto pasivo y se hace a través del modelo 036 o 037 de Hacienda, según corresponda.

En el CNAE no hay un proceso de alta como tal, sino que la Administración asigna este código automáticamente.

Aplicación

El IAE se aplica a empresas y profesionales por cuenta propia que desarrollan actividades económicas. Existe la obligación de darse de alta en el IAE, pero no todos los que están de alta tienen que pagar el impuesto.

El CNAE es utilizado por organismos públicos y privados para clasificar y gestionar actividades económicas. Se emplea para hacer censos, registros administrativos, estudios de mercado y para elaborar estadísticas y análisis sectoriales.

En definitiva, el IAE se centra en la recaudación de impuestos y para ello necesita clasificar las diferentes actividades económicas. Por su parte, el CNAE es básicamente una herramienta con fines administrativos y estadísticos que permite hacer una codificación homogénea de las diferentes actividades económicas y facilitar con ello la tarea de análisis de datos.

Qué CNAE le corresponde a un IAE

Para conocer la correspondencia entre IAE y CNAE hay que consultar las tablas de equivalencia que se pueden encontrar en organismos oficiales como el Instituto Nacional de Estadística (INE) o la Agencia Tributaria.

Por ejemplo, imaginemos que una empresa está clasificada en el IAE en el epígrafe 653.2. Primero hay que tener claro que este epígrafe se corresponde con la actividad de “comercio al por menor de productos textiles en establecimientos especializados”. Con esta información se hace la consulta de la tabla de equivalencias y se comprueba que este epígrafe del IAE se corresponde con el CNAE 4751 referido también al comercio al por menor de textiles en establecimientos especializados.

En cualquier caso, es importante asegurarse de que hay una equivalencia correcta entre el IAE y el CNAE, a fin de evitar problemas fiscales o administrativos. En caso de tener dudas sobre este tema, lo más sencillo es consultar con una asesoría especializada. Si buscas una asesoría fiscal en Murcia, nos tienes a tu disposición.

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